Diez ideas para diseñar un espacio de trabajo zen

Este año, muchos de nosotros nos hemos propuesto iniciar un proceso personal para alcanzar un estado zen —bajar el ritmo para adoptar un paso constante y productivo, simplificar nuestras vidas, eliminar el desorden y apostar por la naturaleza en lugar de la tecnología—. Dado que las líneas que separan la vida laboral y la vida personal se desdibujan, buscamos un estado zen en todas partes, tanto en casa como en el trabajo.

Diseñar espacios que fomenten la filosofía zen puede influir de forma significativa en el bienestar de los empleados, ya que contribuye a reducir el estrés y la ansiedad, promueve la relajación, y mejora la concentración, el rendimiento y la felicidad en general. ¿Pero qué hace que un espacio sea zen y cómo se debe abordar el diseño para que así sea? Todo gira en torno a la sencillez. Observa lo que hay presente en la naturaleza y las experiencias que proporciona. Piensa en elementos de diseño que estimulen los cincos sentidos.

Vista

1. Luz natural

Aprovechar el potencial de la luz natural en el espacio de trabajo es crucial para el bienestar de los empleados. Estudios recientes han demostrado que las personas que trabajan en oficinas sin ventanas pueden experimentar un menor grado de vitalidad, menos calidad de vida en cuanto a su salud física y mayores disfunciones durante la jornada. Estos efectos se atribuyen a la menor exposición a la luz natural, que afecta a la calidad del sueño, además de trastornar los ritmos biológicos, mentales y conductuales vinculados con la luz y la oscuridad.

Para mantenerse en consonancia con los ritmos naturales, los expertos insisten en la importancia de priorizar la exposición a la luz y los niveles de iluminación en los diseños de oficina actuales y futuros. El uso de planos de planta abiertos, una menor cantidad de paredes macizas u opacas, y más paredes de vidrio contribuyen a inundar los espacios con la luz natural que las personas necesitan.  

2. Colores

¿Cuál es tu color favorito? Cada color evoca estados de ánimo y sentimientos distintos en cada uno de nosotros. Aunque cada uno tenga su "color favorito", se pueden hacer ciertas generalizaciones en cuanto al color si nos basamos simplemente en la experiencia y la observación. Piensa, por ejemplo, en los colores que consideramos "apagados". Evocan sensaciones similares en nosotros al hacernos sentir apocados y relajados. Estos colores son los que pueden ayudar a la gente a alcanzar un estado zen y sentirse equilibrados en el trabajo. Se basan en la naturaleza: son los tonos del cielo, el mar, la tierra, las piedras, las plantas y los animales.

Olfato

3. Aromaterapia

Es una creencia ampliamente extendida que estimular el sentido del olfato es una de las formas más poderosas de despertar sensaciones y emociones. Posiblemente sea por eso que la aromaterapia y el uso de difusores ultrasónicos de aceites esenciales han ganado tanta popularidad. De hecho, la aromaterapia se está abriendo camino actualmente en el espacio de trabajo. Aromas como el limón, el romero, la menta y el incienso pueden mejorar el nivel de motivación y la memoria, así como reducir la ansiedad.

(Nota: En la guía Neurodiversity & the Built Environment, BSI señala que "la hipersensibilidad a los olores es común entre los autistas y otros grupos neurodivergentes". Los mismos aromas que a algunas personas les parecen estimulantes o relajantes pueden despertar fuertes reacciones negativas en otras; por eso, es mejor ofrecer la aromaterapia de manera opcional en zonas donde los usuarios puedan elegir estar presentes o no. De esta manera, a quienes les resulte de gran utilidad la aromaterapia podrán beneficiarse de ella sin que ello cause molestias a otras personas.)

4. Aire fresco

El ser humano tiene una necesidad inherente de formar parte de la naturaleza. Hay algo en respirar aire fresco y experimentar las fragancias presentes en la naturaleza que nos hace sentir más relajados. No solo podemos aprovechar nuestro tiempo al aire libre para recargar energías: a menudo notamos que trabajar en exteriores puede ayudarnos a concentrarnos, hasta el punto de no sentir que estamos trabajando. Estar al aire libre reafirma nuestra conexión con el mundo natural. Al diseñar espacios ajardinados para trabajar y llenarlos de mobiliario cómodo y acogedor, los empleados pueden trabajar en solitario o colaborar con algún compañero al aire libre. En el caso de espacios urbanos reducidos, también se están añadiendo y utilizando terrazas y azoteas, con vegetación incorporada, como puntos clave de reunión.

Oído

5. Privacidad en las conversaciones

En línea con investigaciones recientes de acústica y privacidad, son numerosos los estudios que han apuntado al ruido y la falta de privacidad, juntos, como una causa principal de malestar en el espacio de trabajo. Debido a las limitaciones de superficie actuales en los puestos de trabajo, muchas empresas se están planteando apostar por entornos de oficina abiertos. Esto ha derivado en un desafío para los diseñadores: encontrar el equilibrio entre la filosofía zen y los espacios abiertos, de modo que también se proporcione privacidad. Apuesta por paredes de vidrio sin estructura, ya que mantienen la apertura, la luz y la línea de visión, al tiempo que impiden la transmisión acústica. El uso en los techos de paneles que absorben el ruido, así como de alfombras o moquetas, también puede ayudar. Otra inversión que puede merecer la pena es un sistema de enmascaramiento sonoro que emita ruido de fondo a unos niveles específicos de volumen y frecuencia para tapar el sonido.

6. Aplicaciones

Aunque los planos abiertos pueden contribuir a fomentar la colaboración y la socialización, los trabajadores siguen necesitando espacios donde concentrarse y mantener conversaciones privadas sin molestar a las personas que tengan alrededor. En un espacio de trabajo donde los miembros de un equipo trabajen en tareas individuales, los generadores de sonido personales pueden ser de ayuda. Una forma sencilla de proporcionar a cada persona el entorno sonoro que desea es permitir u ofrecer el uso de aplicaciones sonoras, como Calm.

Gusto

7. Comida y espacios saludables

Todos sabemos que es necesario ingerir alimentos saludables para que nuestro organismo funcione correctamente. Sin embargo, muchas veces nos resulta más fácil engullir rápidamente cualquier cosa —especialmente en el trabajo—. ¿Y si analizásemos el equilibrio zen en el diseño del espacio de trabajo? El primer paso sería establecer una cafetería o una zona al efecto en las instalaciones en la que los empleados puedan consumir una comida saludable. Después pasaríamos al siguiente nivel, diseñando los espacios de la cafetería y sus alrededores para que también funcionasen como espacios de trabajo cómodos. Piensa en sillas lounge y mesas de centro, mesas y sillas altas, luz natural y conexión wifi. De esta manera, se consigue un lugar donde las personas pueden recargar energías comiendo algo saludable, así como realizar algunas tareas del trabajo.

8. Mucha agua

De acuerdo con el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS), dos terceras partes del cuerpo humano son agua. No hay que ser médico ni científico para comprender que, si no se repone el agua que el cuerpo pierde a lo largo del día, tendremos un problema. Necesitamos el agua para mantener los sistemas del organismo en perfecto funcionamiento. Tanto la digestión y la respiración, como la regeneración celular y las funciones cerebrales, además del resto de procesos, dependen de una adecuada hidratación corporal. Un estado zen requiere del equilibrio del cuerpo y la mente. Asegurarse de que los usuarios tengan acceso directo a servicios como fuentes para beber, comedores y refrigeradores de agua es esencial para mantener ese equilibrio físico y mental.

Tacto

9. Materiales suaves

A medida que el panorama del diseño evoluciona, también lo hace la creación de espacios cómodos, donde se apuesta por las líneas curvas y experiencias táctiles suaves. Se trata de trasladar las comodidades del hogar a los espacios complementarios del espacio de trabajo. El mobiliario debe ser de tipo lounge y sin bordes abruptos. Junto con una iluminación natural o más suave, los sofás que se adaptan el cuerpo, los cojines acolchados y los pufs mullidos —todos ellos confeccionados con lujosos tejidos con textura, como el terciopelo o la tela de rizo— ofrecen un ambiente acogedor que permite centrarse en la tarea que se esté realizando, en lugar de preocuparse de estar cómodos.

10. Confort y ergonomía

Cuando las tareas del trabajo requieren concentración, a menudo optamos por espacios de trabajo más tradicionales con un escritorio o una mesa. Para diseñar estos espacios de trabajo con una filosofía zen, hay que empezar por crear un espacio útil que permita a los empleados sentirse cómodos para dar lo mejor de sí mismos. Esto pasa por asegurarse de que los trabajadores se sientan cómodos y de que puedan acceder fácilmente a la tecnología y las herramientas que necesitan. Elegir la silla adecuada para la cantidad de tiempo que los empleados pasan sentados y el trabajo que llevan a cabo es importante. Cuanto más tiempo pasen sentados, más importante es para asegurar su bienestar físico. Los accesorios ergonómicos, como los soportes de monitor ajustables y las mesas de trabajo de altura ajustable, ofrecen la flexibilidad necesaria para que los usuarios estén cómodos y se muevan un poco a lo largo de la jornada cambiando de postura cuando lo necesiten.

Incorporar los principios zen en el diseño del espacio de trabajo no es solo una tendencia, sino un enfoque holístico para el bienestar de los empleados. Al optimizar los elementos naturales, la acústica, los aromas y el nivel de confort, puedes crear un entorno que contribuya al equilibrio, la concentración y la felicidad.